Los atascos en las tuberías son uno de los problemas domésticos más comunes. En Barcelona, donde muchas viviendas cuentan con sistemas de plomería antiguos, estos inconvenientes pueden ser recurrentes. Ante esta situación, muchas personas recurren a productos caseros para resolverlos, pero ¿cuánto hay de cierto en su eficacia? A continuación, exploraremos los mitos y verdades más extendidos sobre este tema.
Mito 1: El vinagre y el bicarbonato de sodio desatascan cualquier tubería
Realidad: El vinagre y el bicarbonato de sodio son una combinación popular debido a la reacción efervescente que producen. Sin embargo, su eficacia es limitada. Esta mezcla puede ayudar a limpiar residuos grasos y restos ligeros adheridos a las paredes de la tubería, pero no es efectiva contra bloqueos importantes, como acumulaciones de cabello, plásticos u objetos sólidos.
Recomendación: Utiliza esta mezcla de forma preventiva para el mantenimiento regular de las tuberías, pero no como solución para atascos severos.
Mito 2: El agua hirviendo es la mejor solución para eliminar atascos
Realidad: El agua caliente puede ayudar a disolver la grasa acumulada, especialmente en la cocina, donde los aceites suelen solidificarse en las paredes de la tubería. No obstante, en sistemas de plástico o PVC, verter agua hirviendo podría deformar las tuberías o causar daños a las uniones.
Recomendación: Usa agua caliente (no hirviendo) para limpiar los desagües de la cocina, pero asegúrate de no utilizarla en tuberías de plástico.
Mito 3: Los productos químicos comerciales siempre son la mejor opción
Realidad: Los desatascadores químicos comerciales son efectivos en algunos casos, pero también pueden ser perjudiciales. Estos productos contienen sustancias químicas corrosivas que, si se utilizan en exceso, pueden deteriorar las tuberías con el tiempo, especialmente las de plástico o metal.
Recomendación: Usa estos productos con moderación y como última opción. Además, sigue siempre las instrucciones del fabricante y utiliza protección personal para evitar daños en la piel o en los ojos.
Mito 4: Los desatascadores de ventosa siempre funcionan
Realidad: La ventosa es una herramienta útil para crear presión y liberar atascos cercanos a la boca del desagüe, como los que se producen en los fregaderos o lavamanos. Sin embargo, si la obstrucción está más lejos en la tubería o el material es demasiado denso, la ventosa no será eficaz.
Recomendación: Usa la ventosa para atascos superficiales o cercanos a la salida del desagüe. Para obstrucciones profundas, se recomienda el uso de una sonda o serpiente de plomería.
Mito 5: Los objetos grandes se pueden empujar con más agua a presión
Realidad: Aunque puede parecer una buena idea usar agua a alta presión para empujar objetos atrapados, en la práctica, esto podría empeorar el problema. El objeto atascado podría desplazarse más adentro, haciendo más difícil su extracción.
Recomendación: En lugar de empujar el objeto, utiliza una sonda flexible o llama a un profesional para evitar daños mayores en el sistema de drenaje.
Mito 6: Los «ganchos» caseros son la solución definitiva
Realidad: Usar un gancho casero hecho con un alambre puede ser útil para eliminar cabello o residuos de los desagües de la ducha o el lavabo. Sin embargo, este método tiene limitaciones. Si se introduce demasiado profundo, el gancho puede causar daños en las paredes de la tubería o quedarse atascado.
Recomendación: Usa esta técnica solo para atascos superficiales. Para obstrucciones más profundas, utiliza una sonda profesional.
Mito 7: Los atascos no necesitan prevención, solo solución
Realidad: La prevención es la mejor estrategia para evitar problemas de atascos. Mantener un mantenimiento regular del sistema de drenaje puede evitar la acumulación de residuos.
Recomendación: No arrojes restos de comida, grasa, aceites o cabellos al desagüe. Usa rejillas en los fregaderos y duchas para evitar la entrada de residuos sólidos. Realiza limpiezas preventivas con agua caliente o productos caseros seguros de forma periódica.
Enlaces de interés:
